Cipriano Vera

Cipriano Jesús Vera entró pacíficamente al eterno descanso el Sábado, 25 de mayo 2013 a las 9:30 am en el Hospital de Washington. Él tenia 89 años. Sufrió un derrame cerebral el 30 de abril de 2013 y luchó por su vida lo mejor que pudo. Nació en México el 27 de septiembre 1923 a los padres Jesús y Dolores Vera en la pequeña ciudad conocida como Cañada de Caracheo. Emigró a los Estados Unidos a comienzos de su vida y había sido residente de Fremont por más de 42 años. Le sobreviven su esposa de 42 años Consuelo M. Vera, su hijo Antonio Vera, sus dos hijas Herminia 'Mimi' R. Vera y Claudia M. Vera. Él siempre estaba activo y nunca fue a quedarse quieto, él era activo y sigue trabajando en su jardín hasta el día de su accidente cerebrovascular. Trabajó toda su vida productiva en muchos oficios y finalmente se retiró como un carpintero con más de 20 años en esta su profesión final. Era un hombre hecho a sí mismo que logró más de lo que podría haberse previsto de un trabajador inmigrante auto-educado. Siempre fue generoso con los demás y nunca dejó de echar una mano a los que pidió su ayuda. Él vivió una buena vida y su legado vivirá. Cipriano Jesus Vera entered peacefully into eternal rest on Saturday, May 25, 2013 at 9:30 AM at Washington Hospital. He was 89 years old. He suffered a stroke on April 30, 2013 and fought for his life as best he could. He was born in Mexico on September 27, 1923 to parent Jesus and Dolores Vera in the small town known as Cañada de Caracheo. He immigrated to the States early in his life and had been a resident of Fremont for over 42 years. He is survived by his wife of 42 years Consuelo M. Vera, his son Antonio Vera, his two daughters Herminia 'Mimi' R. Vera and Claudia M. Vera. He was always active and was never one to sit still, he was active and still working in his garden until the day of his stroke. He worked productively all his life in many trades and ultimately retired as a carpenter with over 20 years in this his final trade. He was a self-made man that achieved more than could have been predicted of a self-schooled immigrant worker. He was always generous to others and never failed to lend a helping hand to those that asked for his help. He lived a good life and his legacy will live on.